domingo, 10 de julio de 2011

Pollo asado con boniatos y salsa de champiñones

   Reconozco que es la primera vez que pruebo el boniato y me ha gustado lo suficiente como para pensar en repetir y probarlo asado. Tiene un toque entre patata y zanahoria, pero lo que más me gusta es el color que le da a los platos.

   Ingredientes
   - Pollo
   - Boniatos
   - Champiñones
   - Cebollas
   - Nata
   - Sal
   - Ajo en polvo
   - Perejil
   - Aceite

   Elaboración
   Comenzaremos por preparar el pollo, cortándolo en trozos, si no lo estaba ya y adobándolo al gusto. Yo suelo emplear sal, perejil, ajo en polvo y un chorrito de aceite, amasándolo un poco con las manos para que penetre mejor el adobo. No es necesario dejarlo mucho tiempo, yo lo pongo unos minutos, mientras se calienta el horno a unos 180º. Para esta receta no necesitamos que el pollo tenga salsa, pues vamos a hacer la de champiñones, así que para asarlo lo colocamos en la rejilla del horno poniendo debajo la bandeja cubierta de agua. Así la grasa cae en el agua, no mancha tanto y además el pollo queda más jugoso por el ambiente húmedo. Revisad de cuando en cuando la bandeja para evitar que se seque, porque si esto pasa, la grasa del pollo empezará a quemarse y provocará no sólo una buena humareda sino también que la carne coja un sabor algo menos agradable. Hay que darle la vuelta de cuando en cuando para que se dore por todos lados y no se queme. El pollo tardará sobre una hora u hora y media, dependiendo de la potencia del horno y lo grandes que sean los trozos. Para saber si está listo, sólo hay que pincharlo con un tenedor, si entra y sale sin problemas, el pollo está listo.
   La salsa de champiñones es una de las básicas, fácil y rápida. Sólo hay que limpiar los champiñones, cortarlos en trozos, y dorarlos en una sartén con la cebolla, también en trozos, salar al gusto. Cuando estén hechos, agregar la nata bajando el fuego y remover hasta que empiece a reducir. Sólo tenemos que pasar la salsa por la batidora y probar para corregir de sal si fuese necesario.
   Por último, pelar y cortar los boniatos, como si fueran patatas, freír en abundante aceite caliente, salar y escurrir en un plato con papel secante.
   Sólo nos queda emplatar, poniendo el pollo y los boniatos y napándolos con un poco de salsa de champiñones. 


¡Bon apettit!

1 comentario: