Tenía ganas de tiramisú, pero como a mi marido no le gusta demasiado el café es un postre de los que pasa de tomar y claro, para mi sola,... como que no, ¡que me lo como! Así que probé a personalizar la receta y cambiar el café por chocolate, ¡que ese sí que le gusta!
Ingredientes
- Bizcochos de soletilla
- 250 gr. de queso mascarpone
- 200 gr. de nata de montar
- 3 huevos
- 3 cucharadas soperas de azúcar
- Leche
- Cacao en polvo
Elaboración
A pesar de ser un postre hay ciertas cantidades que no os pongo, ya que la cantidad de bizcochos dependerá de vuestro gusto a la hora de forrar el molde, una o dos capas de bizcochos, con lo que las cantidades de leche y cacao en polvo serán los necesarios para mojar los bizcochos.
Hay recetas más sencillas, de elaborar, pero esta me ha encantado y queda mejor que bien. La crema se hace en tres fases. Hay que separar las yemas y las claras. Batir las yemas con el azúcar hasta que quede espumosa y blanquecina. Una vez esté bien mezclado añadir poco a poco el queso mascarpone, batiendo suavemente y con movimientos envolventes.
Montar las claras de huevo, para ello se les puede poner un poquito de sal, que dicen que así se montan mejor. La verdad es que con la batidora no es necesario, pero vamos si os apetece hacer deporte y montarlas a mano... eso ya depende de vosotros. Una vez montadas, hay que mezclarlas con la crema de queso, también suavemente, que este postre es muy delicadito y le gusta que lo traten bien.
Finalmente llegamos al paso tres de la crema, montar la nata. En mi caso con batidora, pero si preferís seguir haciendo deporte, allá vosotros. Con la nata hay que tener cuidado de no pasarse de montaje, porque si batís demasiado se cortará y ya no servirá para el postre. Mezclar la nata con el resto de la crema, también con movimientos envolventes para que se baje lo menos posible.
Una vez hecha la crema, es hora de preparar el cacao, mezclando la leche y el cacao en polvo, aunque debe quedar oscuro para que el postre tenga sabor a chocolate. La leche tiene que estar fría o templada, no caliente, para que al poner la crema encima no se desmonte. Empapar los bizcochos en el cacao, tienen que quedar blandos, pero no muy encharcados, así que es mejor escurrirlos un poco antes de ponerlos en el molde. Forrar la parte de abajo del molde con los bizcochos y ahora tenéis que decidir si ponéis una capa o dos de bizcochos, yo he puesto una, pero hay quien prefiere más bizcocho que crema. Una vez cubierto de bizcocho, poner una capa de crema que cubra bien. Poner dos o tres capas, terminando siempre con la crema. Meter el tiramisú en la nevera y dejar que tome una buena consistencia. Antes de servir espolvorear un poco de cacao por encima.
¡Espero que os guste!
