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lunes, 9 de enero de 2012

Pollo a la piña

   ¡Feliz año nuevo a todos!
   Sí, sé que hace casi un mes que no entro en el blog, ni para felicitar las fiestas ni para publicar ni para entrar en vuestras cocinas y comentar vuestras publicaciones, pero es que entre las fiestas, los compromisos y el resto... ni tiempo para respirar me ha quedado. Espero retomar la actividad normal de hoy en adelante, porque tengo varias recetas pendientes de publicar, pero poco tiempo para prepararlas, como todos, ¿verdad?
   Empezaremos el año con una receta que en casa nos encanta y que además, es rápida y super sencilla, ideal para uno de estos días en los que no sabemos que preparar y no tenemos demasiado tiempo.

   Ingredientes
   - Pollo
   - Piña en su jugo
   - Cebolla
   - Sal

   Elaboración
   Cortar la cebolla y dorarla en una sartén. Cuando esté transparente, añadir la pechuga de pollo cortada en trocitos pequeños y dorarlo un poco. Agregar la piña en trozos. Tened en cuenta que tiene que ser piña en su jugo y no en almíbar o se os quedará todo pegado. Salpimentar y remover hasta que esté todo bien mezclado. 
   Por último se añade el jugo de la piña, si veis que es necesario más líquido podéis agregar un poco de agua y se deja hasta que el jugo se evapore.
   Podéis acompañarlo con casi cualquier cosa, patatas fritas, arroz en blanco, ensalada, pasta... 


¡Seguro que os encantará!

martes, 30 de agosto de 2011

Pollo al limón

   Una receta que nos encanta en casa, pues no sólo está buena, sino que además se puede preparar con antelación e incluso congelar para usarla un día que tengas prisa.

   Ingredientes
   - Pollo
   - Cebollas
   - Puerros
   - Caldo de pollo
   - Limones
   - Sal
   - Aceite
   - Ajo en polvo
   - Perejil

   Elaboración
   Comenzaremos por picar la cebolla y el puerro y pocharlas en una olla con un poco de aceite. Mientras se va haciendo, cortamos la pechuga de pollo en trozos pequeños, para que valgan como bocados y los adobamos con sal, ajo en polvo y perejil. Los añadimos a la cazuela y los doramos ligeramente. Una vez listos, añadimos un vaso de zumo de limón, removemos y cubrimos con el caldo de pollo. Lo dejamos hasta que espese y el pollo esté cocido. Separamos los trozos de pollo y pasamos la salsa por la batidora. 


¡A comer!

domingo, 10 de julio de 2011

Pollo asado con boniatos y salsa de champiñones

   Reconozco que es la primera vez que pruebo el boniato y me ha gustado lo suficiente como para pensar en repetir y probarlo asado. Tiene un toque entre patata y zanahoria, pero lo que más me gusta es el color que le da a los platos.

   Ingredientes
   - Pollo
   - Boniatos
   - Champiñones
   - Cebollas
   - Nata
   - Sal
   - Ajo en polvo
   - Perejil
   - Aceite

   Elaboración
   Comenzaremos por preparar el pollo, cortándolo en trozos, si no lo estaba ya y adobándolo al gusto. Yo suelo emplear sal, perejil, ajo en polvo y un chorrito de aceite, amasándolo un poco con las manos para que penetre mejor el adobo. No es necesario dejarlo mucho tiempo, yo lo pongo unos minutos, mientras se calienta el horno a unos 180º. Para esta receta no necesitamos que el pollo tenga salsa, pues vamos a hacer la de champiñones, así que para asarlo lo colocamos en la rejilla del horno poniendo debajo la bandeja cubierta de agua. Así la grasa cae en el agua, no mancha tanto y además el pollo queda más jugoso por el ambiente húmedo. Revisad de cuando en cuando la bandeja para evitar que se seque, porque si esto pasa, la grasa del pollo empezará a quemarse y provocará no sólo una buena humareda sino también que la carne coja un sabor algo menos agradable. Hay que darle la vuelta de cuando en cuando para que se dore por todos lados y no se queme. El pollo tardará sobre una hora u hora y media, dependiendo de la potencia del horno y lo grandes que sean los trozos. Para saber si está listo, sólo hay que pincharlo con un tenedor, si entra y sale sin problemas, el pollo está listo.
   La salsa de champiñones es una de las básicas, fácil y rápida. Sólo hay que limpiar los champiñones, cortarlos en trozos, y dorarlos en una sartén con la cebolla, también en trozos, salar al gusto. Cuando estén hechos, agregar la nata bajando el fuego y remover hasta que empiece a reducir. Sólo tenemos que pasar la salsa por la batidora y probar para corregir de sal si fuese necesario.
   Por último, pelar y cortar los boniatos, como si fueran patatas, freír en abundante aceite caliente, salar y escurrir en un plato con papel secante.
   Sólo nos queda emplatar, poniendo el pollo y los boniatos y napándolos con un poco de salsa de champiñones. 


¡Bon apettit!

jueves, 26 de mayo de 2011

Fondue

   Es una de esas recetas que no se te ocurren hasta que las pruebas, y, de pronto, descubres todo un mundo de posibilidades. Con un mismo recipiente (aunque hay distintos tipos según el tipo de fondue que prefieras) puedes optar entre platos dulces o salados; tomarlo como comida, merienda, cena o postre,... pero siempre es divertida y tiene un cierto ambiente íntimo.
   Para prepararlo sólo se necesita un recipiente especial, denominado "caquelon", y sí, sé lo que estaréis pensando, otro cacharro en la cocina que además ocupará un montón de espacio, pero también en este caso hay un ciento de posibilidades, por lo que se puede elegir una más compacta, sin ningún tipo de accesorio, ya que se pueden usar platos, pinchos y cuencos sin necesidad de que sean especiales o hagan juego con la propia fondue. En este recipiente se calienta la opción elegida, personalmente suelo prepararlo en el microondas y luego, una vez caliente, lo traslado al soporte y le coloco la vela para mantenerlo fundido o en el caso del aceite lo más caliente posible. Una vez esté todo dispuesto, se coloca en la mesa y cada uno de los comensales utiliza un pincho de dos o tres puntas para introducir los alimentos y cocinarlos o cubrirlos con el queso, chocolate o el ingrediente elegido. Puede acompañarse de distintas salsas o condimentos, pero siempre en buena compañía. Entre las numerosas variedades, para mi, las más habituales son:

   Fondue de queso. El ingrediente principal es el queso, la tradición suiza implica una mezcla de quesos, vino blanco y una especie de aguardiente, sin embargo, personalmente prefiero lo simple, una crema de queso que sea del agrado de los comensales, donde tienes cientos de variedades, chedar, camenbert, semicurado, con finas hierbas,... montones de variedades, sabores y testuras, que pueden tomarse con trozos de pan, biscotes, embutido, nueces, ... cualquier cosa que se te ocurra.

   Fondue de carne. Esta es un poco más elaborada, pues con anterioridad a la degustación es necesario tener la carne preparada, y si se trata de pollo adobarla unas horas antes. En el caquelon se calienta el aceite, donde se dora la carne y a la que una vez hecha, puede añadirse algún tipo de salsa, o incluso una variedad de ellas, para que cada uno elija la que prefiera.

   Fondue de chocolate. Ummm, ¿no se os hace la boca agua? Bien, una vez preparado el chocolate puede acompañarse de fruta, pan, biscotes, frutos secos, gominolas,... el límite está en la imaginación de los comensales.

   Estas son sólo las más conocidas, pero hay tantas variedades como gustos, así que ¿cual es la que más os tienta? Yo esta noche me decanto por la de queso a las finas hierbas con grisinis salados, biscotes, nueces, nachos, taquitos de pavo y lascas de salchichón, ¿os animáis?


martes, 17 de mayo de 2011

Pollo al curry

   Esta es una de esas recetas que, si te gusta el pollo al curry, te apasionará por su sabor y sencillez. Es el plato típico que puede hacerte quedar genial en una comida en casa y como puede prepararse por adelantado, es ideal para cualquier fin de semana en el que no te apetece madrugar para cocinar.

   Ingredientes
   - Pechuga de pollo
   - Manzana
   - Cebolla
   - Nata
   - Arroz
   - Aceite
   - Curry
   - Sal
   - Ajo en polvo
   - Perejil

   Elaboración
   Cocer el arroz. Yo generalmente lo hago muy sencillo para este plato, porque la salsa de curry tapará el sabor del arroz, así que no añado más que un poco de sal. En otras ocasiones, al cocer el arroz doro un ajo y tras añadir el agua le pongo un buen chorro de limón y unas hojas de laurel.
   Para la salsa de curry se cortan las cebollas y las manzanas en trocitos tipo menestra de verduras, no muy grandes. Se doran en una sartén honda con un buen chorro de aceite. Cuando la cebolla esté transparente y la manzana casi deshecha, se hace un hueco dejando un espacio sólo con aceite, si fuera necesario, añadir un poquito más y cuando esté bien caliente, añadir el curry. Se le da un par de vueltas en ese aceite, para revivir el curry y sacarle todo el sabor y luego se mezcla con la manzana y la cebolla. Una vez revuelto, se añade la nata y un poco de sal. En cuanto empiece a hervir, se aparta del fuego y se pasa por la batidora. En este punto es bueno probar la salsa para rectificar de sal. Si queda muy espesa puede añadírsele un poco de leche para rebajarla.
   La pechuga de pollo se corta en trocitos no muy pequeños, se adoba con sal, perejil y ajo en polvo y se fríe hasta que esté dorado, pero sin pasarse, para que no quede duro. Se escurre bien y se mezcla con la salsa. Dejar cocer 5 o 10 minutos en la salsa para que el pollo coja el sabor de la mezcla.


   ¡Y a disfrutar!