Es una de esas recetas que no se te ocurren hasta que las pruebas, y, de pronto, descubres todo un mundo de posibilidades. Con un mismo recipiente (aunque hay distintos tipos según el tipo de fondue que prefieras) puedes optar entre platos dulces o salados; tomarlo como comida, merienda, cena o postre,... pero siempre es divertida y tiene un cierto ambiente íntimo.
Para prepararlo sólo se necesita un recipiente especial, denominado "caquelon", y sí, sé lo que estaréis pensando, otro cacharro en la cocina que además ocupará un montón de espacio, pero también en este caso hay un ciento de posibilidades, por lo que se puede elegir una más compacta, sin ningún tipo de accesorio, ya que se pueden usar platos, pinchos y cuencos sin necesidad de que sean especiales o hagan juego con la propia fondue. En este recipiente se calienta la opción elegida, personalmente suelo prepararlo en el microondas y luego, una vez caliente, lo traslado al soporte y le coloco la vela para mantenerlo fundido o en el caso del aceite lo más caliente posible. Una vez esté todo dispuesto, se coloca en la mesa y cada uno de los comensales utiliza un pincho de dos o tres puntas para introducir los alimentos y cocinarlos o cubrirlos con el queso, chocolate o el ingrediente elegido. Puede acompañarse de distintas salsas o condimentos, pero siempre en buena compañía. Entre las numerosas variedades, para mi, las más habituales son:
Fondue de queso. El ingrediente principal es el queso, la tradición suiza implica una mezcla de quesos, vino blanco y una especie de aguardiente, sin embargo, personalmente prefiero lo simple, una crema de queso que sea del agrado de los comensales, donde tienes cientos de variedades, chedar, camenbert, semicurado, con finas hierbas,... montones de variedades, sabores y testuras, que pueden tomarse con trozos de pan, biscotes, embutido, nueces, ... cualquier cosa que se te ocurra.
Fondue de carne. Esta es un poco más elaborada, pues con anterioridad a la degustación es necesario tener la carne preparada, y si se trata de pollo adobarla unas horas antes. En el caquelon se calienta el aceite, donde se dora la carne y a la que una vez hecha, puede añadirse algún tipo de salsa, o incluso una variedad de ellas, para que cada uno elija la que prefiera.
Fondue de chocolate. Ummm, ¿no se os hace la boca agua? Bien, una vez preparado el chocolate puede acompañarse de fruta, pan, biscotes, frutos secos, gominolas,... el límite está en la imaginación de los comensales.
Estas son sólo las más conocidas, pero hay tantas variedades como gustos, así que ¿cual es la que más os tienta? Yo esta noche me decanto por la de queso a las finas hierbas con grisinis salados, biscotes, nueces, nachos, taquitos de pavo y lascas de salchichón, ¿os animáis?