Crema de calabacín

   Otra receta de aprovechamiento, ya que en época de calabacines, vienen a cientos, je,je,je

   Ingredientes

   - Calabacines

   - Cebolla

   - Leche evaporada

   - Queso fresco

   - Bacon

   - Jengibre

   - Sal

   - Aceite

   Elaboración

   Como siempre, muy sencilla, una crema suave y completa. Pelar y picar la cebolla, dorarla en un poco de aceite y cuando esté transparente añadir el calabacín cortado en trozos, pero con la piel, sólo es necesario lavarlo bien. Hay que dejar que se deshaga el calabacín, y una vez listo, agregar un poco de jengibre rallado y la leche evaporada. Remover al fuego un par de minutos y listo para triturar. En este caso, para darle una textura un poco más densa, le puse unos trozos de queso fresco. Corregir de sal.

   Tostar el bacon en trozos y colocarlo en el plato en el momento de servir para evitar que se ablande.

¡Buen provecho!

Crema de puerros

   Una crema ligerita, llena de sabor y muy adecuada para esta época, pues como está el tiempo tan variable, se puede tomar caliente, fría o templada. 

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   Ingredientes

   - Puerros

   - Cebolla

   - Leche evaporada

   - Jamón serrano

   - Sal

   - Aceite

   Elaboración

   Pelar y cortar los puerros y la cebolla, pocharlo todo en una cazuela con un poco de aceite. Cuando el puerro esté blando, agregar la leche evaporada y remover. Una vez listo, batirlo bien. Corregir de sal.

   Cortar el jamón en tacos y servir con la crema de puerros.

   ¿No me diréis que no es fácil?

¿No os apetece probarla?

Sopa de tomate

   Una receta que se puede tomar caliente, templada e incluso fría, según la temperatura exterior o las preferencias de cada cual.

   Ingredientes

   - Tomates

   - Cebollas

   - Leche evaporada

   - Queso rallado

   - Orégano

   - Aceite

   - Sal

   Elaboración

   Pelar y picar las cebollas y pocharlas en un poco de aceite. Cuando la cebolla esté transparente, añadir el tomate limpio y en trozos y unas hojas de orégano. Si queréis que la sopa quede bien fina, es mejor que los tomates vayan pelados, para ello, hay que hacerles unos cortes y escaldarlos en agua hirviendo dos minutos, así se pelan muy fácilmente. 

   Hay que dejar que el tomate se deshaga y esté blando. Batirlo bien hasta que no queden trozos de tomate o cebolla. Agregar la leche evaporada mientras se continúa batiendo. Rectificar de sal y lista. Por supuesto, podéis cambiar la leche evaporada por leche normal o nata, pero la evaporada le da un toque.

   A la hora de montar el plato se puede poner el queso rallado en el medio de la sopa y espolvorearla con un poco de orégano o añadir unos picatostes de pan.

¿La preferís fría, templada o caliente?