sábado, 4 de junio de 2011

Bizcocho

   Esta es la receta sencilla, porque las hay muy elaboradas, personalmente, me encanta el bizcocho de yogur, aunque en lugar del natural, prefiero el de frutas del bosque (y si puede ser de la marca blanca de mi súper habitual, mejor, aunque no os cuento cual es para no hacer propaganda), que le deja un sabor inmejorable.

   Ingredientes
   - 3 huevos
   - 1 yogur (natural, de sabores, con frutas,... el que más os guste)
   - 1 sobre de levadura
   - 1 medida de yogur de aceite
   - 2 medidas de yogur de azúcar
   - 3 medidas de yogur de harina
   - Mantequilla para engrasar el molde

   Elaboración
   Precalentar el horno a 160º. Batir los huevos hasta que espumen e ir añadiendo poco a poco el azúcar, el yogur, la harina mezclada previamente con la levadura y, por último, el aceite. Queda mejor si usáis una batidora, ya que la mezcla queda algo espesa y con las varillas es difícil mezclarlo todo bien (aunque depende de si tenéis o no un buen brazo amasador).
   Engrasar un molde alto con mantequilla y espolvorearlo con harina para evitar que el bizcocho se pegue. Verter la mezcla en este e introducirlo en el horno unos 40 minutos. Tened en cuenta que no debéis abrir el horno durante al menos la primera media hora de cocción, pues si baja de golpe la temperatura del horno, el bizcocho dejará de subir y se estropeará. Para saber cuándo está hecho, pincharlo con un palillo en diferentes zonas, procurando llegar al fondo del molde, pero sin sacar el bizcocho del horno y evitando quemarse, por supuesto. Si el palillo sale limpio, el bizcocho está listo, si no, dejarlo unos minutos más. En caso de que antes de estar hecho comenzara a tostarse demasiado, cubridlo con papel apto para el horno.
   El resultado final será algo parecido a este, según el tipo de molde que utilicéis.



   Podéis variar los sabores cambiando el yogur, pero además añadiéndole un poco de zumo de frutas, ralladura de naranja o limón, cacao en polvo, ... lo que se os ocurra. En caso de que queráis añadirle algún topping, como nueces, almendras, pepitas de chocolate,... para evitar que se vayan al fondo hay que enharinarlas primero y una vez tengáis la mezcla en el molde, repartirlo por esta.
   Si os atrevéis a probar con el bizcocho mármol, debéis dividir la mezcla en dos partes y a una de estas añadirle cacao en polvo. Para evitar que se mezclen en el molde, cuando estéis vertiendo la segunda mitad, hacedlo ayudados de una cuchara, dejando caer la mezcla suavemente sobre la misma en lugar de verterla directamente sobre la masa.
   ¡Espero que os guste!

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