Pescadilla a la gallega

   Hoy tenía ganas de pescado, así que me fui a comprar y entre las opciones posibles opté por una pescadilla, que para los que no lo sepan es una merluza pequeña. Claro, como en casa somos dos,... pues como que llega. Además me tentaron unos berberechos, que al pescado le vienen de vicio y además ¡estaban buenísimos!

   Ingredientes

   - Pescadilla

   - Berberechos

   - Patatas

   - Ajos

   - Aceite

   - Pimentón

   - Sal

   Elaboración

   Lo primero es limpiar bien los berberechos para que no tengan arena. Para ello, ponerlos en agua con sal, para que expulsen las impurezas y cuando lleven un buen rato, cambiar el agua, ya sin sal, las veces que sea necesario hasta que salga limpia.

   Para la preparación lo mejor es hacer primero los berberechos, así podemos usar el agua de cocerlos para el pescado y las patatas y así se mezclan bien los sabores. Los berberechos se preparan como los mejillones, poniéndolos en una cacerola con un poco de agua en el fondo y dejando que hierva hasta que los berberechos se abran, normalmente con un minuto llega. Colar los berberechos, recogiendo el suelto. Reservar en la cacerola, tapados para que no se enfríen.

   Pelar y cortar las patatas, cocerlas en abundante agua con sal y un chorrito de aceite. Acordaos de agregar el suelto de los berberechos en el agua de la cocción. Cuando las patatas estén casi listas, cocer el pescado. Hay quien sólo lo deja un par de minutos, pero yo lo dejo más porque me gusta bien hecho. 

   En una sartén calentar un poco de aceite y freír un par de ajos, preferiblemente en trozos grandes. Cuando estén dorados, retirar del fuego y añadir un par de cucharadas de pimentón, en mi caso dulce, pero va en gustos, como las cantidades. Remover bien con el aceite caliente, pero no sobre el fuego, para evitar que se queme el pimentón. Escurrir el pescado y las patatas, conservando parte del líquido para mezclar con el aceite y el pimentón. Remover y bañar el pescado y las patatas, agregar los berberechos. ¡Y a comer!

¡Uff, qué rico! ¿O será que le tenía ganas?